...no creía en lo que veía, y siempre sospechaba que en cada persona la vida auténtica, la más interesante, transcurría bajo el manto del misterio, como bajo el manto de la noche...

Antón Chéjov, La dama del perrito

sábado, 29 de septiembre de 2012

la bibliotecaria


(Fotografía de Herbert List)


La bibliotecaria dormía entre libros. No es que se quedara a pasar las noches en la vieja sala. Las bóvedas de crucería vigilaban por ella el fondo secular de pergaminos y volúmenes. La invisible presencia de los antiguos monjes y de los colegiales de familias nobles se hacía notar, más allá de la apariencia de soledad del lugar. Cuántas teologías no habían sido traicionadas por las teogonías entre aquellas paredes. Cuántas teogonías no habían sido sino relegadas por las ideas del libre pensamiento. La bibliotecaria mantenía, como los estudiosos desaparecidos, la llama de una curiosidad transgresora. “En los libros están todos los tiempos pero también los mismos orígenes”, solía pensar con audacia. Tanto acicate del entorno conducía irremediablemente a que sus sueños nocturnos se nutrieran de viejas historias, muchas de ellas indescifrables. Y en esos delirios oníricos cabalgaba a través de culturas cuyos nombres se habían perdido, desvelaba rostros de personajes que nadie recordaba, vivía hazañas de las que no había llegado relación alguna hasta nuestros días y amaba sin tregua y sí con mucho desasosiego a los artistas anónimos.

Cuando alguien solicitaba una obra rara, ella la hojeaba antes de proporcionársela, intrigada sobre qué podía haber entre sus páginas para que suscitara interés. “Si a través de los libros pudiéramos conocer el futuro”, llegó a confiarle un día a un investigador recién llegado que solicitó consultar varios textos. “Los libros están para saber del futuro”, fue respondida para su perplejidad. “Pero los acontecimientos de la historia no tienen lugar dos veces de la misma manera, tal como opinaba el clásico”, aseveró la bibliotecaria. “Probablemente, solo que aquello que mueve a los hombres que, al fin y al cabo son quienes hacen la historia, su afán de superación pero también de encarnizamiento, esto no ha variado en el fondo”, apostilló el hombre. Ella le miró con asombro. Como si aquellas palabras brotasen de lo más profundo de las tintas de una edición iluminada. La bibliotecaria sabía que la curiosidad conduce al deseo y que éste desemboca en la pasión. Aquella noche el estudioso y la bibliotecaria buscaron juntos la sabiduría más allá de los libros.




16 comentarios:

  1. :) bien! hay cosas que deben ir más allá de las letras

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  2. Es bonito leer esto. En la biblioteca de mi ciudad la mayoría de los que acceden a ella lo hacen con la idea de tener wifi gratis.
    Un pecado al estar rodeados de libros....

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    1. O tempora o mores, que diría el latino. Y con suma vergüenza y pena.

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  3. Jo sóc tècnica auxiliar de biblioteca, però a la meva biblioteca no hi ha bibliotecària i és com si jo ho fos. M'agrada molt de recomanar llibres. I és veritat que "la curiosidad conduce al deseo y que éste desemboca en la pasión"!

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    1. Eso mismo he hecho yo en la librería de una amiga con los clientes. ¡Cuántos libros habrá vendido por meterme a hacer de estímulo y recomendación!

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  4. Totalmente de acuerdo con este investigador; la historia nos enseña que las motivaciones de los hombres son, en esencia, las mismas en cualquier tiempo y en cualquier latitud.
    Yo ya sabía que detrás de cada bibliotecaria se esconde un océano de curiosidad, surcado por navíos apasionados.

    Un abrazo.

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    1. Océano, nave, tabla de salvación, o de peridción...de todo hay tras una bibliotecaria

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  5. Los mismos errores que se repiten una y otra vez, en forma incesante. No puede esperarse otra cosa, porque los hombres sólo evolucionamos parcialmente, lo básico, los instintos, lo animal, permanece inalterado, tal como pudieron verificarlo la bibliotecaria y el investigador.

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    1. Y fíjate que, no obstante, hay que confiar en los recursos que los hombres han descubierto -llámalos Culturas,por ejemplo, o Derecho o Constitución, con los límites consecuentes de cada cual- para encauzar los orígenes que transportamos dentro de nosotros. Lo animal es fuente de vida, pero también de muerte, si no se tiene claro...

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  6. Grato texto y grato leerte.
    Abrazos agradecidos.
    G

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    1. Transita por este espacio cuando gustes, Graciela. Abrazos.

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  7. Genial!! Un hermoso ejemplo de la atracción que se origina de un estimulante cambio de ideas... No puedo parar de leerte!

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    1. Sky, sin indigestiones...gracias, estimula tu comentario sentido.

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