(Fotografía de Saul Leiter)
Al principio resulta tan lejano su rumor. Emerge como la corriente menuda y fina de una fontana. Allí bebo, allí veo por primera vez su rostro. Su asonancia fluye como un aura en torno a mi silueta. Prevé la distancia y aguarda. Aún no distingo con claridad cómo acecha. Opiácea sensación. Prurito que se instala lentamente sobre mi piel. Fruto silvestre que crece sobre mis pasos ingenuos. Tibia y húmeda eclosión de mis raíces. Agarrotado crecimiento que cierra el perímetro de mis ansias. Vértigo amargo en cuya espiral me enredo. Las primeras heridas desnudan mis entrañas. Extrema ductilidad que me aparta inexplicablemente del mundo. Brindas por mi disolución apenas alzas tu copa invisible. Me ofreces renacer como la floresta que me rodea. Sinuosa constricción de todos mis órganos. Perversa voluntad que va ocupando cada hueco que he dejado al descubierto. Me rindes atrapándome en tu amable reverberación. Unísona llamada que se desplaza bárbara sobre cada defensa que voy abandonando. Yo, que no creo en los nombres, agudizo los sentidos ante tus arcanas sílabas. No me resisto a tu sonido frágil que, al impactar sobre mis vísceras, se vuelve oneroso. Empiezo a advertir tu faz. Extiendo las manos y casi descubro tus facciones. Con trazos ágiles de carboncillo difuminas mi perfil. Es tarde para que yo emprenda la retirada. Ay, impía sustancia que me salpicas. Blasfemo goteo que se derrama por cada fisura que ha abierto la fiebre. Dime, dime dónde habitas cuando no te manifiestas. Áspid mórbido que engulles mi boca hasta ahogar las palabras. Epílogo de mi límite que te extiendes a través de mis grietas. Me derribas sobre una nube y allí, sometido, exiges que deletree tu nombre: las-ci-via.
Magnífico..Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Vera. Ídem.
Eliminar¿poesía?...No sé, pero has retratado a carbón la cara del amor a lo "desconocido".
ResponderEliminarCordial saludo.
¿...O biología? Sí, estos retratos tienen que hacerse a carboncillo. Cordial.
Eliminara veces es inútil resistirse a las tentaciones... :)
ResponderEliminar...Una vez traspasada cierta frontera que solo el cuerpo de cada cual sabe.
EliminarLa entrega que llega a ser ansiada a esa colonización que se infiltra y se hace soberana de todas las criaturas que nos habitan.
ResponderEliminarLa he leído varias veces, te felicito por esta Las-ci-via
Das en la diana: como una invasión que se va aproximando hasta tomarlo a uno. Donde las fantasías y las percepciones físicas se confunden. Gra-cias.
Eliminargracias por seguirme
ResponderEliminarrealmente magnifico tu blog y palabras
Pues disfruta si te place. Espacio abierto.
EliminarPensé en una mujer lasciva, escritura desbordante de lascivia...
ResponderEliminar¿Un ser, una entidad, un fantasma? Acaso un acontecimiento.
Eliminarpensé primero.. qué dróga será.. uhmm que lo diga ya.. luego pensé que era une estado febril producto de estos resfriados de invierno.. el final me ha impactado.. vuelvo a leerlo.. sonrío.. b besos
ResponderEliminarO tal vez auto adicción, quién sabe. Gracias por tu ironía, Ico. Y por hablar del proceso de recepción el texto en ti misma.
Eliminar¿La Idea es un tipo de lascivia? ¿Quizá saberla bajo nuestro dominio, quizá encontrar el lenguaje que la lleve desde el cerebro al papel, en (otras) palabras, dominarla? ¿La escritura, una clase de onanismo pensando en?
ResponderEliminarPerdón, mi sombra a veces me corrompe... Fantasmas.
PeterP.
No va por mal camino, no. Yo también me hago preguntas tales o análogas. Si Eros y Tánatos son los polos del eje vital, ¿no estarán jugando, interfiriendo, alternando roles continuamente? Las sombras, Peter, o la sed de nuestras sombras que a veces no distinguimos si es la de las figuras carnosas. Salut.
EliminarMe faltan las palabras para describir el efecto de tus textos...los puedo sentir! Fenomenal, como siempre!!
ResponderEliminarTe las puesto prestar, Lucy, aquí hay muchas...por cierto, ando un poco despistado respecto a cuál es tu blog...¿me lo aclaras por aquí o a la dirección electrónica? Gracias.
EliminarEs que no tengo un blog, soy solo una lectora voraz del tuyo ;-)
ResponderEliminarVaya, cómo suena eso de voracidad. Calma, mucha calma con las letras...que no nos atraganten (suelo decírmelo a mí mismo)
EliminarNo, seguro que no: nos estimulan!
Eliminar(lsd.lucia@gmail.com)